Levemente muertos
Por Lic. Silvana Buján
Una vez más, el mundo de los agrotóxicos muestra sus dientes. Esta vez, a sólo tres días del aniversario de los casi 4000 muertos de la tragedia de Bophal, en la India, en la forma de “humo” que surgía sin control de un contenedor en el Puerto de Buenos Aires. Zozobra, caos, gente descompuesta, evacuaciones rápidas, incertidumbre.
Los medios de prensa transmitían en tiempo real los esfuerzos de los bomberos, policía, gendarmería, por alejar a la gente y cercar con modestos barbijos –los que más suerte tuvieron- la zona en la cual el fuerte olor hacía llorar a las personas. El viento con dirección Norte – Sur llevó el humo para el centro de la ciudad de Buenos Aires y el barrio de Constitución. La carga provendría de Shanghai, China, en tránsito en Buenos Aires hacia el puerto de Caacupe-Miports, en Paraguay. El siguiente trayecto lo iba a hacer por agua… por el mismo agua del que beben millones de personas, con el que riegan millones de hectáreas.
En las primeras horas del episodio, al Hospital Austral de Pilar llegaron 7 casos de síntomas leves, cefalea, nauseas, irritacion ocular y de vias respiratorias altas. Fueron descontaminados en el area de decontaminacion del servicio de emergencias y se ingresaron a la guardia.
Al Hospital italiano comenzaron a consultar pacientes adultos y niños con cuadros de irritación en vías aéreas superiores y un curioso “olor” a hidrocarburos. El hospital decidió descontaminarlos fuera de la guardia, organizando un circuito hasta su ingreso, quitándoles la ropa y bañándolos.
En el Centro Nacional de Intoxicaciones se efectuaron desde las 10.30 hasta las 15.20hs, 115 consultas telefònicas, la mayoria con manifestaciones de tipo irritativas en vias aereas superiores, oculares y cutaneas leves. 104 asesoramientos telefònicos. Todos con sìntomas irritativos respiratorios y oculares leves. Todos con intenso olor a insecticida en la ropa y pelo.
Una vez más, el mundo de los agrotóxicos muestra sus dientes. Esta vez, a sólo tres días del aniversario de los casi 4000 muertos de la tragedia de Bophal, en la India, en la forma de “humo” que surgía sin control de un contenedor en el Puerto de Buenos Aires. Zozobra, caos, gente descompuesta, evacuaciones rápidas, incertidumbre.
Los medios de prensa transmitían en tiempo real los esfuerzos de los bomberos, policía, gendarmería, por alejar a la gente y cercar con modestos barbijos –los que más suerte tuvieron- la zona en la cual el fuerte olor hacía llorar a las personas. El viento con dirección Norte – Sur llevó el humo para el centro de la ciudad de Buenos Aires y el barrio de Constitución. La carga provendría de Shanghai, China, en tránsito en Buenos Aires hacia el puerto de Caacupe-Miports, en Paraguay. El siguiente trayecto lo iba a hacer por agua… por el mismo agua del que beben millones de personas, con el que riegan millones de hectáreas.
De inmediato
En las primeras horas del episodio, al Hospital Austral de Pilar llegaron 7 casos de síntomas leves, cefalea, nauseas, irritacion ocular y de vias respiratorias altas. Fueron descontaminados en el area de decontaminacion del servicio de emergencias y se ingresaron a la guardia.
Al Hospital italiano comenzaron a consultar pacientes adultos y niños con cuadros de irritación en vías aéreas superiores y un curioso “olor” a hidrocarburos. El hospital decidió descontaminarlos fuera de la guardia, organizando un circuito hasta su ingreso, quitándoles la ropa y bañándolos.
En el Centro Nacional de Intoxicaciones se efectuaron desde las 10.30 hasta las 15.20hs, 115 consultas telefònicas, la mayoria con manifestaciones de tipo irritativas en vias aereas superiores, oculares y cutaneas leves. 104 asesoramientos telefònicos. Todos con sìntomas irritativos respiratorios y oculares leves. Todos con intenso olor a insecticida en la ropa y pelo.
En el Hospital de Clinicas, hasta las 13;30 hs fueron atendidos 20 pacientes en guardia, manifestaciones de irritacion y algunos, vómitos. Todos presentan importante olor en sus ropas. Todos fueron decontaminados y sus vestimentas fueron aisladas. Dos sintomaticos que revirtieron con baja dosis de atropina.
THIODICARB 35%, insecticida inhibidor de colinesterasas, un carbamato sistémico con actividad insecticida: ovicida, larvicida y adulticida, utilizado para la semilla de algodón, maíz, sorgo y soja. Su toxicología es II: Altamente tóxico.
Los inhibidores de colinesterasas por ser compuestos muy liposolubles se absorben por todas las rutas de exposición: oral, dérmica, la conjuntival y la inhalatoria. Tanto los organofosforados como los carbamatos son inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa, uno de los neurotransmisores más importantes, encontrándose en muchos niveles de las sinapsis del sistema nervioso. Según los manuales médicos, algunos de los efectos sintomáticos son: agitación, taquicardia, confusión, hipertensión, delirium, convulsiones, mialgias, depresión respiratoria, broncoespasmo, vómito, calambres, coma, diarrea, mioclonías, micción involuntaria, dolor abdominal, hipotensión, piel pálida y fría.
El verdadero responsable es un modelo agrícola altamente dependiente de insumos, que echa mano cada dia más a productos progresivamente más peligrosos, en mayores cantidades que se tornan inmanejables. Que producen efectos crónicos, agudos, que matan.
Evidentemente el argumento del “hambre en el mundo” ya no resiste el menor análisis. Llevan 70 años argumentando quecon los agrotóxicos se solucionaría el hambre en el mundo. Las plagas siguen igual que antes. Y las personas, enfermas.
“Levemente tóxico” se leía en los script de los canales informativos. ¿Levemente tóxico? ¿Existe tal cosa? Quizás salte finalmente la penosa alarma cuando haya personas “levemente muertas”.
Fte.: Mane´kenk, 06.12.12
El responsable
THIODICARB 35%, insecticida inhibidor de colinesterasas, un carbamato sistémico con actividad insecticida: ovicida, larvicida y adulticida, utilizado para la semilla de algodón, maíz, sorgo y soja. Su toxicología es II: Altamente tóxico.
Los inhibidores de colinesterasas por ser compuestos muy liposolubles se absorben por todas las rutas de exposición: oral, dérmica, la conjuntival y la inhalatoria. Tanto los organofosforados como los carbamatos son inhibidores de la enzima acetilcolinesterasa, uno de los neurotransmisores más importantes, encontrándose en muchos niveles de las sinapsis del sistema nervioso. Según los manuales médicos, algunos de los efectos sintomáticos son: agitación, taquicardia, confusión, hipertensión, delirium, convulsiones, mialgias, depresión respiratoria, broncoespasmo, vómito, calambres, coma, diarrea, mioclonías, micción involuntaria, dolor abdominal, hipotensión, piel pálida y fría.
¿...El responsable?
El verdadero responsable es un modelo agrícola altamente dependiente de insumos, que echa mano cada dia más a productos progresivamente más peligrosos, en mayores cantidades que se tornan inmanejables. Que producen efectos crónicos, agudos, que matan.
Evidentemente el argumento del “hambre en el mundo” ya no resiste el menor análisis. Llevan 70 años argumentando quecon los agrotóxicos se solucionaría el hambre en el mundo. Las plagas siguen igual que antes. Y las personas, enfermas.
“Levemente tóxico” se leía en los script de los canales informativos. ¿Levemente tóxico? ¿Existe tal cosa? Quizás salte finalmente la penosa alarma cuando haya personas “levemente muertas”.
Fte.: Mane´kenk, 06.12.12
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