Pedagogía de la resistencia...

...y las emancipaciones *

Claudia Korol **

CUANDO HABLAMOS DE EMANCIPACIONES, no nos referimos a una utopía de futuro, sino a la realidad que es esperanza de sí misma –parafraseando a Paulo Freire. No se trata, por lo tanto, de una esperanza ingenua, sino de aquella que se moviliza para poder concretarse. Hablamos también desde un tiempo y un espacio concretos: la Argentina post-rebelión. Un país que sigue pujando por nacer, y que intenta cuidar y multiplicar lo ganado en las jornadas que imaginaron y propusieron el que se vayan todos, consigna que configura los alcances y límites de nuestro imaginario rebelde. Hablamos desde una práctica teórico-práctica: la educación popular, concebida como pedagogía de la resistencia y de las emancipaciones, de la rabia y la indignación frente a las injusticias, de la rebelión y de la revelación de los nuevos mundos que pugnan por crecer y por forjar relaciones políticas, culturales, sociales, económicas, de género, opuestas a las que reproducen y refuerzan la dominación.

Las jornadas del 19 y 20 de diciembre en Argentina, y la multiplicación de energías que de ellas se desprendieron, permitieron volver a plantear la diversidad de dimensiones emancipatorias de las resistencias, y anunciaron algunas tendencias que –al margen de avances y retrocesos coyunturales – marcan la subjetividad de nuevas franjas de protagonistas sociales y políticos con señales que indican la recuperación de la confianza en las propias fuerzas, la deslegitimación del orden que nos condena, el desarrollo de una nueva institucionalidad que abre paso a la posibilidad de repensar la política, la insinuación de distintas maneras de amasar identidad y proyecto, sobre la base de un esfuerzo colectivo que, al tiempo que sueña el proyecto, intenta construirlo en las prácticas cotidianas, modificando las relaciones de opresión y dominación. Es parte también de lo ganado en las jornadas de rebeldía, la provisoria victoria sobre el terror introyectado por la dictadura y la impunidad, y el desafío de dar una nueva vuelta en la historia de los vencidos resignificando el sentido mismo de la victoria y la derrota, achicando las distancias entre una y otra, en la medida en que ambas forman parte del camino de creación de nuevos mundos humanizados por la resistencia y los proyectos fértiles que en esta van echando raíces.

Valorizar lo ganado no significa ilusionarse con que esto ya ha sido integrado de una vez y para siempre en la subjetividad popular –ya sabemos que nunca es así– pero implica reconocer que estas experiencias, aun en los momentos en que ese impulso retrocede o encuentra un cierre parcial, han atravesado vivencialmente a millones de hombres y mujeres, especialmente a las generaciones jóvenes que fueron protagonistas fundamentales y activas de la rebelión1. ...


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* En publicación: Ana Esther Ceceña, Los desafíos de las emancipaciones en un contexto militarizados. Sujetizando el objeto de estudio de la subversión epistemológica como emancipación, CLACSO, Bs.As. 2006, pp. 199-221.

** Coordinadora del equipo de educación popular de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo. Secretaria de redacción de la revista América Libre.


2 comentarios :

Hugo dijo...

Bienvenida compañera, te extrañabamos.
El escrito es impecable un aporte valiosísimo.

Anahí dijo...

Gracias, compa. En la medida que pueda seguiré publicando alguna cosa, ojalá que con la calidad de éste.
Abzo.

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