El Che, Homenaje a Patrice Lumumba

Monsanto golpea en Paraguay: Los muertos de Curuguaty y el juicio político a Lugo

El Servicio de Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas, SENAVE, otra institución del Estado paraguayo, dirigido por Miguel Lovera, no inscribió dicha semilla transgénica en los registros de cultivares, por carecer de los dictámenes del Ministerio de Salud y de la Secretaría del Ambiente, tal como exige la legislación.
Campaña mediática
Durante los meses posteriores, Monsanto, a través de la Unión de Gremios de Producción, UGP, estrechamente ligada al Grupo Zuccolillo, que publica el diario ABC Color, arremetió contra SENAVE y su presidente por no inscribir la semilla transgénica de Monsanto para su uso comercial en todo el país.
[...]
En el blog de Atilio Borón, con una breve introducción suya...
Entrevista a Ana Esther Ceceña
La Investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México -UNAM- y directora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, conversó con el programa La Brújula Del Sur, conducido por los periodistas Indira Carpio Olivo y Ernesto J. Navarro para la emisora ALBACIUDAD (Caracas, Venezuela, 29 mayo 2012)
o de las nuevas relaciones carnales

Además, Bilbao explica algunas de las razones por las que la base de Comando Sur se instaló en esa provincia.
Hizo referencia al antecedente que filtró Wikileaks sobre declaraciones del entonces senador Capitanich al embajador norteamericano en Bs. As.
La Asamblea Popular del Chaco convoca a la 2º Caravana por la Soberanía
Próximo 25 de mayo
Las organizaciones manifestaron que aprovecharán esta fecha tan importante para la historia de los argentinos para reafirmar las denuncias que vienen realizando sobre la instalación de la base del Comando Sur en el suelo chaqueño.
En la oportunidad, señalaron que “aprovecharemos esta segunda caravana de la soberanía para exigirle al gobierno provincial que muestre los convenios que ha firmado con el Comando Sur, entendemos que han sido claras las declaraciones tanto del ex embajador Antonhy Wayne, como del comandante Passmore, los cuales han planteado públicamente que han financiado esta obra. Nosotros tenemos claro que los EE.UU no donan 3 millones de dólares a cambio de nada” y agregaron que “de hacerse público este convenio vamos a exigir que se devuelva esa donación, porque no queremos entregar nuestra soberanía a ninguna potencia extranjera”.
Los asambleístas manifestaron la gran expectativa que tienen en esta oportunidad, ya que en la caravana, tendrán la visita de referentes políticos del orden nacional que vendrán a sumarse para apoyar esta lucha.
Los organizadores invitaron a toda la comunidad sin distinción partidaria o política a que participe nuevamente de esta caravana el viernes 25 de Mayo, la cual se realizará en todo tipo de vehículos y tiene como objetivo además de celebrar esta fecha tan importante, y profundizar la denuncia que vienen llevando sobre la presencia del Comando Sur nuestra provincia.
Cobertura fotográfica de la lª Caravana el 2 de abril
Actualización:
- Numerosas adhesiones a la "II Caravana por la Soberanía" contra "el Comando Sur"
- Otra entevista a Bilbao
Control hegemónico
Exacerbar la memoria
Bases militares yankis
Nuestra América y el G20
El Pte. de Venezuela conversó por más de una hora con la conductora y los invitados del programa Dando y Dando, por VTV, 30 julio 2010.

... nosotros no podemos permitir que en territorio venezolano se asiente fuerza extranjera alguna... no podemos permitir que aquí se asiente ni militares colombianos, ni que transiten por nuestro territorio, ni guerrilleros ni paramilitares, ni nada. ...
En esa zona en función de todo el reconocimiento que hemos hecho, hemos decidido en base a la nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada, crear un nuevo distrito militar. Aquí tengo en el mapa graficados no menos de 10 distritos militares a lo largo de la frontera.
Las declaraciones completas en el Blog de Hugo Chávez
La Gallera
Presidente Hugo Chávez
Fue un 14 de diciembre
Venezuela 10 años después
Enjambre y telaraña
El imperio no puede
El Comandante en Jefe Fidel Castro se presentó nuevamente en el programa de la televisión cubana Mesa Redonda, que conduce Randy Alonso, durante el encuentro con los intelectuales del país realizado con motivo del memorial que se le ofrecía este lunes al escritor José Martí en La Habana.
Fidel consideró que la ocupación militar que lleva a cabo Estados Unidos en la región latinoamericana y otras partes del mundo, con la excusa de combatir el narcotráfico, demuestra el nivel de irresponsabilidad de ese país al no poder controlar sus intenciones de dominio. Están demostrando todas esas cosas el nivel de irresponsabilidad del imperio. No controlan, no pueden controlar sus actos (...) Construir armas y más armas (...) para luchar contra el narcotráfico cuando son los que han creado el mercado, ellos que han promovido el uso, están en los lugares claves que son los más grandes productores, Colombia es el productor más grande de cocaína y Afganistán es el más grande productor de heroína...
De la vida o de la muerte
Norte revuelto y brutal
Qué hacer en América todavía
La Mediadora
«El águila despliega sus alas de nuevo: Un continente bajo amenaza»
Presentación del libro de Ana Esther Ceceña
El libro - el primero de una serie de 7 tomos con título: «Geopolítica de la Dominación y la Emancipación», del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, y editados con el apoyo de Fedaeps -, ofrece una visión actual sobre la estrategia geopolítica y bélica de Estados Unidos hacia el continente y la imbricación con el IIRSA.
"La crisis en Haití ofrece oportunidades de intervención a EEUU"
Intervención de Naoimi Klein el jueves pasado, 14 de enero, en el programa de Amy Goodman Democracy Now!, sobre los sucesos de Haití y sobre quienes ya se están lucrando con la tragedia.
Y quiero hacer una digresión momentánea para leerles un documento extraordinario, que acabo de publicar en mi Website. El titular dice "Haití: detenerles antes que impongan el 'choque' otra vez". La información fue presentada hace unas pocas horas en la Web de la Heritage Foundation (una fundación o "think-tank" de la élite de la clase dominante estadounidense que formula las políticas e ideologías implementadas por los gobiernos de turno).
"En medio del sufrimiento, la crisis en Haití ofrece oportunidades a EEUU. Además de proporcionar ayuda humanitaria inmediata, la respuesta de EEUU ante el trágico terremoto ofrece la oportunidad para reestructurar el gobierno y la economía de Haití, disfuncionales desde hace tiempo, además de mejorar el imagen de EEUU en esa región". Y el documento sigue.
No sé si las cosas están mejorando, pués la Heritage Foundation respondió a los 13 días del huracán Katrina con 32 propuestas neoliberales para ayudar a los damnificados de aquel desastre. Publicamos ese documento, también, en nuestra Web. Sus propuestas para las víctimas de Nueva Orléans resultaban en el cierre de de las viviendas públicas, convertir la costa del Golfo de México en una zona franca y eliminar las leyes que obligaron a que los empresarios pagaran un salario mínimo a sus empleados. Entonces tardaron trece días en formular esa recomendación en el caso de Katina, pero no esperaron ni 24 horas en el caso de Haití.
Digo que 'no sé si están mejorando las cosas' porque quitaron ese documento de su sitio hace dos horas. Entonces, a lo mejor alguien les informó de que no estaba bien. Y pusieron un documento mucho mas sensible. Afortunadamente, los corresponsales de Democracy Now! lograron descubrir el documento anterior en un caché de Google. Pero lo que vieron en el sitio es la parte mas suave, de "Lo que hay que tener en cuenta mientras ayudamos a Haití". Enterrado abajo, se encuentra el planteamiento de que "ya van muy atrasadas las reformas necesarias para la democracía y economía haitianas".
Para nosotros, es preciso garantizar que que la ayuda que llega a Haití asuma la forma de subvenciones y no de préstamos. Ésta es crítica. Se trata de un pueblo ya agobiado por la deuda externa. Este desastre, como djo Amy, por un lado es natural, un terremoto, pero por otro lado es una creación y está empeorado por el empobrecimiento de los haitianos en la profundización de lo cual son cómplices nuestros gobiernos. Los desastres naturales son peores en los países como Haití, por ejemplo, debido a la erosión del suelo, que se produce cuando la pobreza obliga a que los sectores marginados construyan sus viviendas en condiciones precarias. Como resultado, las casas se derriban facilmente. Todos estos fenómenos estan entretejidos. Pero no podemos permitir en ningún momento que esta tragedia -en parte natural y en parte artificial- se utilice para endeudar más a Haití ni para impulsar políticas que favorecen nuestras corporaciones. Y esta no es una teoría de conspiraciones. Lo han hecho en una ocasión tras otra.
Fte.: Democracy Now!(14.01.10) | Traducido para Rebelión por Michael Friedman (17.01.10)
Destruyendo Haití
Por qué le debe USA miles de millones a Haití?
Bill Quigley *¿Por qué los Estados Unidos deben miles de millones a Haití? Colin Powell, ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, explicó el modo como él ve la política exterior apelando a la "regla de Pottery Barn”(1). Es decir: "si lo rompes, es tuyo."
Los Estados Unidos han trabajado durante más de 200 años para romper Haití. Se lo debemos a Haití. No por caridad. Se lo debemos a Haití como una cuestión de justicia. Reparaciones. Pero no los 100 millones de dólares prometidos por el presidente Obama –eso es el chocolate del loro. Estados Unidos debe a Haití miles de millones -millones con M de miles.
Los Estados Unidos han trabajado durante siglos para romper Haití. Los Estados Unidos han utilizado a Haití como una plantación. Los Estados Unidos ayudaron a desangrar económicamente al país desde que este se liberó, repetidamente invadió militarmente el país, apoyó a dictadores que abusaron de la gente, utilizó a Haití como un vertedero para beneficio económico de los estadounidenses, arruinó sus carreteras y su agricultura y derrocó a los representantes elegidos por el pueblo. Los Estados Unidos han utilizado incluso a Haití al estilo de los antiguos dueños de plantaciones, haciendo repetidas incursiones en el país para su recreación sexual.
He aquí la más breve historia de algunos de los esfuerzos importantes de Estados Unidos para romper Haití.
En 1804, cuando Haití logró su libertad de Francia tras la primera revolución mundial de esclavos victoriosa, los Estados Unidos se negaron a reconocer el país y continuaron negándose durante otros 60 años. ¿Por qué? Porque los Estados Unidos seguían esclavizando a millones de sus propios ciudadanos y temían que al reconocer a Haití fomentarían la revuelta de los esclavos en Estados Unidos.
Tras la revolución de 1804, Haití fue víctima de un devastador embargo económico impuesto por Francia y Estados Unidos. Las sanciones usamericanas duraron hasta 1863. Francia finalmente utilizó su poderío militar para obligar a Haití a pagar indemnizaciones por los esclavos liberados. Las reparaciones ascendieron a 150 millones de francos. (¡Francia vendió todo el territorio de Luisiana a Estados Unidos por 80 millones de francos!)
Haití se vio obligado a pedir dinero prestado a bancos franceses y usamericanos para pagar las reparaciones a Francia. Un gran préstamo de Estados Unidos destinado a pagar a los franceses fue finalmente liquidado en 1947. El valor actual del dinero que Haití se vio obligado a pagar a los bancos franceses y estadounidenses asciende a más de 20.000 millones de dólares.
Los Estados Unidos ocuparon y gobernaron Haití por la fuerza desde 1915 hasta 1934. El presidente Woodrow Wilson envió tropas para invadir el país en 1915. Los militares usamericanos reprimieron varias revueltas de los haitianos, llegando a matar a más de 2.000 personas en un solo enfrentamiento. Durante los siguientes diecinueve años los Estados Unidos controlaron las aduanas de Haití, cobraron los impuestos y controlaron numerosas instituciones gubernamentales. ¿Cuántos miles de millones fueron desviados por los Estados Unidos durante esos 19 años?
Entre 1957 y 1986 Haití fue obligado a vivir sometido a dictadores respaldados por los Estados Unidos: "Papa Doc" y "Baby Doc" Duvalier. Los Estados Unidos apoyaron económica y militarmente a estos dictadores porque hacían lo que los estadounidenses querían y desde el punto de vista político eran "anti-comunistas", concepto traducible hoy como ‘contrarios a los derechos humanos de su pueblo’. Duvalier robó millones y aumentó en cientos de millones la deuda de Haití, que aún perdura. Diez mil haitianos perdieron la vida. Se calcula que Haití debe 1.300 millones de dólares en deuda externa y que el 40% de esa deuda la contrajeron los Duvalier con el respaldo de Estados Unidos.
Hace treinta años Haití no importaba arroz. Hoy importa casi todo el arroz que conme. Aunque Haití fue la capital azucarera del Caribe actualmente el azúcar lo importa también. ¿Por qué? Los Estados Unidos y las instituciones financieras mundiales controladas por los Estados Unidos -el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial- obligaron a Haití a abrir sus mercados al mundo. Entonces los Estados Unidos inundaron Haití con millones de toneladas de arroz y azúcar estadounidense subsidiado eliminando el medio de subsistencia del campesinado y arruinando la agricultura de Haití. Al arruinar la agricultura haitiana los Estados Unidos obligaron a Haití a convertirse en el tercer mayor mercado mundial de arroz de los Estados Unidos. Buena cosa para los agricultores usamericanos, mal negocio para Haití.
En 2002 los Estados Unidos congelaron cientos de millones de dólares en préstamos a Haití que iban a ser utilizados para carreteras, educación y otros proyectos públicos. Estas son las mismas carreteras por las que los equipos de socorro están teniendo tantos problemas para circular actualmente.
En 2004 los Estados Unidos volvieron a destruir la democracia de Haití al apoyar el golpe de Estado contra el presidente electo Aristide.
Haití se utiliza incluso para la recreación sexual como ocurría en las plantaciones de antaño. Examine detenidamente las noticias y hallará numerosas historias de abuso de menores por parte de misioneros, soldados y trabajadores de organizaciones benéficas. Además, están las frecuentes vacaciones sexuales que emprenden tanto estadounidenses como otros nacionales. ¿Cuánto dinero le debemos a Haití por eso? ¿Qué valor le pondría usted si se tratara de sus hermanas y hermanos?
Durante años empresas con sede en los Estados Unidos se han aliado con la elite haitiana para abrir maquilas en las que se hacinan decenas de miles de haitianos que ganan menos de 2 dólares al día.
Desde su independencia el pueblo haitiano ha resistido el poder económico y militar de los Estados Unidos y de otros países. Como cualquiera de nosotros, también los haitianos han cometido errores. Pero el poderío de Estados Unidos ha obligado a los haitianos a pagar un precio mayor: muerte, deuda y abuso.
Es hora de que el pueblo de los Estados Unidos se una a los haitianos y revierta el curso de las relaciones de Haití-USA.

Esta breve historia nos muestra por qué los Estados Unidos le deben miles de millones de a Haití. No se trata de caridad. Se trata de justicia. Se trata de reparaciones. La actual crisis es una oportunidad para que los estadounidenses tomen conciencia de de la historia estadounidense de dominación sobre Haití y para dar una respuesta auténticamente justa.
* Bill Quigley es Director Jurídico del Centro de Derechos Constitucionales y profesor de Derecho de la Universidad Loyola de Nueva Orleans. Es un superviviente del huracán Katrina y lleva años participando activamente en defensa de los derechos humanos en Haití con el Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití. Puede contactarse con él en la siguiente dirección: duprestars@yahoo.com.
(1) Pottery Barn: literalmente almacén o galpón de cerámica, es el nombre de una cadena estadounidense-canadiense dedicada a la venta de artículos de mobiliario, decoración y hogar, una especie de Ikea norteamericana. El slogan al que alude Collin Powell es el que se ve en muchos comercios en los que se advierte al cliente de que todo objeto que rompa o dañe lo habrá de considerar suyo y pagar por él.
Fte.: Counterpunch | Traducido para Rebelión por LB (20.01.10)
Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz,
juegan con cosas que no tienen repuesto
y la culpa es del otro si algo les sale mal.
Entre esos tipos y yo hay algo personal.
El Nano Serrat, Algo personal

Obama, reprobado en teoría política
Atilio A. Boron
Tal como lo afirma una de las más rigurosas especialistas en el tema, Ellen Meiksins Wood, esa doctrina se caracterizó desde siempre por su enorme elasticidad para ajustarse a las necesidades de las clases dominantes en sus diversas empresas de conquista. Si bien su formulación original se remonta a San Agustín y Santo Tomás, fue la pluma del dominico español Francisco de Vitoria la que produjo una oportuna justificación de la conquista de América y la sumisión de los pueblos originarios, mientras que el jurista holandés Hugo Grocio, hizo lo propio con los saqueos practicados por las compañías comerciales lanzadas a repartirse el nuevo mundo.
Buscando apoyo en esta tradición Obama sentenció que una guerra es justa “si se libra como último recurso o en defensa propia; si la fuerza utilizada es proporcional; y, cuando sea posible, los civiles son mantenidos al margen de la violencia.” De este modo la versión original de la doctrina experimenta una nueva redefinición para mejor responder a las necesidades del imperio y culmina mimetizándose con la teoría de la “Guerra Infinita” pergeñada por los reaccionarios teóricos del “Nuevo Siglo Americano” y fervorosamente adoptada por George W. Bush Jr. para justificar sus tropelías a lo ancho y a lo largo del planeta. Es que aún después de sus sucesivos deslaves los imperialistas desconfiaban de la doctrina de la “Guerra Justa” porque no creían que fuese lo suficientemente flexible como para otorgar una justificación ética a su rapiña. Había que ir más allá y la teoría de la “Guerra Infinita” fue la respuesta.
Pese a las modificaciones que fueron debilitando su argumentación, la doctrina de la “Guerra Justa” sostenía la necesidad de satisfacer ciertos requisitos antes de ir a la guerra: (a) tenía que haber una causa justa; (b) la guerra debía ser declarada por una autoridad competente, con el propósito correcto y una vez agotados todos los otros medios; (c) tenía que existir una elevada probabilidad de lograr los fines perseguidos; y (d) los medios debían estar en proporción a esos fines. A lo largo de los siglos los periódicos aggiornamentos introducidos por los teóricos de la “Guerra Justa” fueron relajando estas condiciones a tal punto que perdieron todo importancia práctica.
En su discurso Obama hizo una encendida defensa de la guerra de Afganistán –secundada, dijo, por otras 42 naciones, entre ellas Noruega- al paso que en un alarde de optimismo declaró que la guerra en Irak estaba próxima a su fin. Por lo visto la interminable sucesión de muertes, sobre todo de civiles inocentes, que a diario ocurren en ese país por culpa de la presencia norteamericana es para el ocupante de la Casa Blanca una nimiedad que no puede ensombrecer el diagnóstico triunfalista que el establishment y la prensa propalan en Estados Unidos con el ánimo de manipular a la opinión pública de ese país.
Pero aún dejando de lado estas consideraciones es evidente que ni siquiera los amplísimos criterios esbozados por Obama en su discurso son respetados por Washington en los casos de las guerras de Irak y Afganistán: la ocupación militar no fue un último recurso, pues la casi totalidad de la comunidad internacional insistía –y sigue haciéndolo hoy- en la posibilidad de hallar una salida diplomática al conflicto; no se puede hablar de defensa propia cuando el enemigo del cual hay que defenderse –el terrorismo internacional- está definido de modo tan difuso que torna imposible su precisa identificación y la naturaleza de su amenaza; la falta de proporción entre los agredidos y el agresor adquiere dimensiones astronómicas, toda vez que la mayor potencia militar de la historia de la humanidad se ensaña contra poblaciones indefensas, empobrecidas y dotadas de rudimentarios equipamientos bélicos; y, por último, si hay alguien que no ha sido mantenido al margen de la furia destructiva de las fuerzas armadas de Estados Unidos es la población civil de Irak y Afganistán.
En suma: no hubo ni hay una causa justa para desencadenar estas masacres, algo crucial para la teoría tradicional. Salvo que Obama crea todavía que había “armas de destrucción masiva en Irak” (una perversa mentira urdida por Bush Jr., Cheney, Rumsfeld y compañía, con la complicidad de la dirigencia política y la “prensa libre” de Estados Unidos); o que Osama bin Laden y Saddam Hussein –enemigos mortales- compartían un proyecto político antiimperialista; o que la población afgana encomendó al primero cometer los atentados del 11-S y por eso merece ser castigada. No hay causa justa para ninguna de estas aventuras militares de Estados Unidos -como no la hubo antes en Vietnam, o en Corea, o en Granada, o en Panamá, o en República Dominicana- y no es mera casualidad que Obama obviara toda mención a esta tradicional cláusula en su discurso. En su peculiar visión –que es la visión de los círculos dominantes del imperio- la “Guerra Justa” se convierte en la “Guerra Infinita”.
El discurso paranoico, patológico hasta la médula, de los ideólogos neoconservadores reaparece en labios del paladín del progresismo norteamericano: siempre la amenaza, sea de los comunistas, del populismo, del narcotráfico, del fundamentalismo islámico o del terrorismo internacional. Pero estas amenazas, más imaginarias que reales, son un ingrediente necesario para justificar la ilimitada expansión del gasto militar y la enorme rentabilidad que esto ocasiona para los gigantescos oligopolios que giran en torno al gran negocio de la guerra. Sin aquellas sería imposible justificar el predominio del complejo militar-industrial y los fabulosos subsidios que recibe, año tras año, del dinero aportado por los contribuyentes norteamericanos. Tampoco hubiera sido posible la desorbitada militarización de la sociedad norteamericana, que se proyecta hacia afuera con su agresiva política exterior y hacia adentro en la abrumadora presencia de las fuerzas represivas y de inteligencia, facilitada por la legislación “antiterrorista” de Bush Jr. que conculcó buena parte de las libertades civiles y políticas existentes en Estados Unidos.
El resultado de esta indiferencia ante la cláusula tradicional que exigía que la acción bélica tuviera altas probabilidades de alcanzar los fines trazados no es otro que la total autonomización de la iniciativa militar. Como agudamente lo señalara Meiksins Wood en Empire of Capital en esta nueva versión de la teoría la respuesta militar se justifica aún cuando no exista ninguna posibilidad de que la misma sea exitosa. O, lo que es aún peor, bajo estas nuevas condiciones la agresión militar del imperialismo ya no requiere de ninguna meta específica o de algún enemigo claramente definido e identificado. La guerra no necesita de objetivos claramente delimitados y se torna un fin en sí mismo; un fin inalcanzable, y por lo tanto, infinito. Lejos de ser una situación excepcional la guerra se convierte en una actividad permanente: una guerra infinita contra un enemigo inidentificable cuyos cambiantes contornos –hoy un comunista, mañana el populista, después el “terrorismo internacional”, etcétera- lo dibuja, con absoluta arbitrariedad, el Ministerio de la Verdad del imperio, cuya misión no es otra que falsear la realidad y fabricar el consenso que necesitan los dominantes. No sería exagerado decir que las peores predicciones de George Orwell acerca de la producción de desinformación no sólo se vieron confirmadas sino sobrepasadas por el aparato cultural norteamericano. Gracias a este dispositivo de manipulación y control ideológico el gran negocio de la producción y venta de armamentos se inmuniza contra los avatares del ciclo económico. Guerra infinita es otro modo de decir ganancias infinitas y permanentes.
El ácido comentario de la ex Secretaria de Estado de Bill Clinton, Madeleine Albright, sintetiza muy bien el espíritu y las premisas que subyacen a esta postrera degradación de la doctrina tradicional: “para qué sirve tener tan formidable ejército si luego no lo podemos usar.” De eso se trata, pues el uso y la periódica destrucción de esa impresionante maquinaria militar es lo que se necesita para que prosperen los negocios del complejo militar-industrial. Con su soberbio desparpajo Albright reveló lo que muchos ideólogos del imperio se cuidan muy bien de callar.
El discurso de Obama fue decepcionante. Por más que el premio Nóbel de la Paz se haya devaluado –recuérdese que se lo otorgaron a un criminal de guerra como Henry Kissinger- el presidente de Estados Unidos tendría que haber sido capaz de elaborar un argumento que sin caer en un inverosímil pacifismo se hubiera por lo menos distanciado en algo de la tónica ideológica impuesta por Bush Jr. y sus compinches. No lo hizo. Es más: existen fundadas sospechas de que algunos de sus speech writers también lo hayan sido de su nefasto predecesor.
No sería de extrañar esta continuidad. Obama ratificó en su cargo al Secretario de Defensa designado por Bush Jr., Robert Gates y, en fechas recientes, propuso como Secretario de Estado Adjunto de Investigación e Inteligencia a Philip Goldberg, expulsado de Bolivia por el presidente Evo Morales el 10 de Septiembre de 2008 por su descarada participación en las intentonas separatistas del prefecto del Departamento de Santa Cruz, Rubén Costas. Así las cosas, las esperanzas alimentadas por la irracional “Obamamanía” cultivada por las buenas almas progresistas parecen hoy más ilusorias y absurdas que nunca.
Fte: Rebelión | 13 dic 09
Se acelera la retirada imperial

En pocos días se sucedieron dos hechos que revelan, en pequeños países latinoamericanos antes subordinados a Washington, que la ex superpotencia ya no controla siquiera aquellos que fueron sus sólidos aliados durante décadas. Los recientes acontecimientos de Paraguay y Honduras revelan que la retirada imperial de su patio trasero se acelera durante la presente crisis sistémica.
El gobierno de Fernando Lugo decidió suspender el programa Nuevos Horizontes del Comando Sur, que preveía desplegar 400 soldados estadunidenses en acciones "humanitarias". La presencia militar extranjera en Paraguay fue siempre rechazada por los movimientos campesinos y sociales, pero también por la diplomacia brasileña que nunca vio con buenos ojos la realización de maniobras en zonas calientes como la fronteriza represa de Itaipú, responsable de 20 por ciento de la energía que consume la octava potencia industrial del planeta.

La respuesta de la embajadora de Washington en Asunción, Liliana Ayalde, quien calificó de "lamentable" la decisión, refleja la impotencia imperial en el que fuera uno de sus más serviles aliados durante ocho décadas. Se limitó a desmentir que la presencia de tropas estadunidenses en Paraguay tenga relación con trabajos de inteligencia vinculados con el Acuífero Guaraní, una de las mayores reservas de agua dulce del planeta. Tampoco tuvieron resonancia sus menciones a las obras sociales que construyen los soldados del Comando Sur ni a sus operativos sanitarios.
La Campaña por la Desmilitarización de las Américas (CADA) y Serpaj-Paraguay denunciaron los operativos Medrete (Ejercicio de Entrenamiento de Aptitud Médica, por sus siglas en inglés) como una forma de injerencia en el país. Grupos de medio centenar de soldados del Comando Sur se adentraban hasta remotas aldeas, en particular en las zonas conflictivas en la lucha por la tierra, donde además de repartir medicinas y anteojos interrogaban a la población y entrenaban a las guardias rurales vinculadas con los terratenientes. La presencia militar estadunidense en Paraguay fue interpretada como parte de un vasto plan de control de una zona estratégica que llevó a Washington, en la década de 1980, a construir, a sólo 200 kilómetros de Bolivia, la base de Mariscal Estigarribia, donde pueden operar aviones B-52, C-130 Hércules y C-5 Galaxy. Con la decisión de Lugo se terminaron las maniobras con soldados que gozaban de impunidad diplomática, y el acceso de Washington a la región da un paso atrás.

En el plano interno, el pueblo hondureño, principal actor en la resolución de esta crisis, parece haber tomado buena nota de las dificultades por las que atraviesan los golpistas y ha incrementado sus movilizaciones, forzando a los usurpadores a mostrar su faceta más gorila y represiva. En el plano internacional, el cerco pasivo de semanas anteriores está dando paso a condenas e iniciativas más contundentes.
El destacado papel de Brasil, colocado ahora en el centro del escenario internacional, contrasta con el pobre papel jugado por la administración Obama que se limitó a dar simples declaraciones y medidas simbólicas como la negativa a conceder visas a los golpistas. Obama parece doblemente amarrado: por la situación interna de su país, donde las derechas más recalcitrantes obstruyen su gobierno y amenazan bloquear reformas básicas como la de la salud, y por su creciente deterioro como potencia global. A Estados Unidos lo desconocen tanto las derechas golpistas como los gobiernos democráticos, porque su legitimidad para diseñar el orden global está en cuestión.


Fte.: La Jornada | 25.09.09
Entrevista a Emilio Modesto Guerrero

En ella Guerrero habla de Obama, de Honduras, de Brasil, de la UNASUR y los países de la región... y analiza con lucidez los temas de coyuntura.
El audio (casero) dura aprox. 15min.
Entrevista en Contragolpe
Acá hay algo muy preocupante, que es una ofensiva sin precedentes desorbitada de EE.UU. en contra de América Latina... IV Flota... Siete bases en reemplazo de una [Manta]... golpe de estado en Honduras...
El Prof. Borón compara además la situación de Colombia actual con la situación previa a la II Guerra Mundial, el rearmamento de Alemania y su despliegue militar dentro de sus propias fronteras.
Fte.: VTV
En inglés...
Ana Esther Ceceña: entrevista con Aristegui
Este programa fue emitido entre la cumbres de UNASUR: de Quito del 10 de agosto, y de Bariloche del 28 de agosto.El giro es hacia la izquierda
Por Luis Bilbao
Sorpresas: el debate en Bariloche sobre la instalación de bases estadounidenses en Colombia terminó con un resultado inesperado: los gobiernos suramericanos dieron un paso sin precedentes en la historia al resolver que inspeccionarán las instalaciones desde donde el Pentágono opera en Colombia para determinar si se trata o no de bases militares y si constituyen o no una amenaza para los países de la región. Basta decirlo para comprender la magnitud y el sentido del giro que está operándose en América Latina. Y comprobar que ese desplazamiento ocurre, incluso, contra la voluntad de gobiernos que, de cara ante sus propias sociedades, no pueden sino responder aunque a regañadientes a los sentimientos más profundos de las mayorías. Uribe –es decir el gobierno de Washington– que fue a Bariloche a romper Unasur, quedó solo, descubierto y ridiculizado, catalizando en su figura el rechazo generalizado de América Latina a los designios imperialistas. En la primera quincena de septiembre los ministros de Defensa y Exteriores de Unasur se reunirán en Quito para decidir los pasos inmediatos. ...
Tenemos que terminar con la OEA
Atilio Borón y Elsa Bruzzone en el programa radial Leña al Fuego(AM1110 Radio de la Ciudad, sáb.18 a 20hs) conducido por el periodista Herman Schiller, emitido el 29.08.09
El audio (editado) dura aprox. 1h 18min
Fte.: Portal Protio
Tiene 872 bases militares desplegadas en todo el mundo, y si observamos en el mapa americano dónde están ubicadas esas bases... y observamos que cuando se hacen los ejercicios combinados...nunca es en territorio de EE.UU., siempre son en nuestros países, y siempre en zonas donde se encuentran estos recursos...
Es en este marco de control, de apropiación que nosotros debemos entender todo el despliegue militar que se ha dado en la región, y fundamentalmente este re-despliegue que se hace en Colombia donde la base de Germán Olano o Palanquero es sustituto ideal de base de Manta.
Recordemos a Iraq: la invasión a Iraq fue posible gracias a que habían rodeado a Iraq con bases militares instaladas en los países vecinos... si sabemos que están Iraq por el petróleo, si sabemos que invadieron Afganistán por el gas, ¿cómo podemos ser tan ingenuos de no pensar nosotros que estas bases militares con las que nos están cercando no obedecen a la misma razón...?



* El audio es casero y tiene fallas a partir de la mitad de la entrevista, que dura aprox. 18min.
Lo que posteo aquí es ese mismo artículo, y a su vez una entrevista que le realizara el periodista Yásser Gómez en febrero de este año.
Honduras y la ocupación del Continente
Ana Esther Ceceña *
Era el momento de creación de plataformas regionales de ataque bajo el velo de la guerra preventiva contra el terrorismo. Pero si en Palestina y el Medio Oriente había ya costumbre de recibir las ofensivas del Pentágono aderezadas con los propósitos particulares de Israel, en América no había ocurrido un ataque unilateral de un Estado a otro “en defensa de su seguridad nacional”.
El ataque perfiló las primeras líneas de una política de Estado que no se modificó con el cambio de gobierno (de Bush a Obama) sino que se adecuó a los tiempos de la política continental que, en esa ocasión, dio lugar a un airoso reclamo de Ecuador, secundado por la mayoría de los Presidentes de la región en la reunión de Santo Domingo.
Militarización en América Latina:
Entrevista a Ana Esther Ceceña
Yásser Gómez * en Upsidedownworld de Perú
América Latina vive tiempos de cambio con gobiernos de izquierda y el protagonismo alcanzado por el movimiento indígena. Sin embargo, la geopolítica nos dice que aún no hemos derrotado al imperio. Porque los EE.UU. están militarizando la región con la excusa de construir megaproyectos de infraestructura, para apoderarse de los recursos naturales y mantener el control político con una guerra preventiva. Para analizar este tema Upsidedownworld entrevistó en Perú a Ana Esther Ceceña, doctora en Relaciones Económicas Internacionales de la Universidad de Paris I – Sorbona, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM (México) y Coordinadora del Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, quien estuvo en Lima dictando el seminario: Emancipaciones en un Contexto Militarizado.
- ¿Qué significan la IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) y el Plan Puebla Panamá para América Latina?
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Reflexiones del compañero Fidel
Es la hora del recuento y de la marcha unida
Esta reflexión no va dirigida a los gobiernos sino a los pueblos hermanos de América Latina.
Mañana 28 de agosto se iniciará en Argentina la reunión Cumbre de UNASUR cuya trascendencia no puede ignorarse. En ella se debe analizar la concesión de siete bases militares en territorio de Colombia, a la superpotencia norteamericana. Las conversaciones previas de ambos gobiernos se mantenían en riguroso secreto. El acuerdo debía presentarse al mundo como hecho consumado.
En horas de la madrugada del 1º de marzo del 2008, las Fuerzas Armadas de Colombia, entrenadas y armadas por Estados Unidos, habían atacado con bombas de precisión a un grupo de guerrilleros que penetró en una apartada zona del territorio ecuatoriano. Al amanecer, hombres de las tropas élites colombianas transportados en helicópteros ocuparon el pequeño campamento, remataron a los heridos y se apoderaron del cadáver del jefe guerrillero Raúl Reyes, quien al parecer sostenía en esos días un encuentro con jóvenes visitantes de otras nacionalidades, interesados en conocer las experiencias de la guerrilla que desde la muerte del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, hace más de 50 años, sostiene la lucha armada. Entre las víctimas había estudiantes universitarios de México y Ecuador que no portaban armas. El método fue brutal, al estilo yanqui. El gobierno de Ecuador no había recibido advertencia alguna antes del ataque.
El hecho constituyó una acción humillante para el pequeño y heroico país suramericano, envuelto en un proceso político democrático. Se sospechaba fuertemente que la base aérea norteamericana de Manta había ofrecido información y cooperado con los atacantes. El presidente Rafael Correa adoptó la valiente decisión de solicitar la devolución del territorio ocupado de la base militar de Manta, cumpliendo estrictamente los términos establecidos en el convenio militar con Estados Unidos, y retiró su embajador en Bogotá.
La entrega de territorio para el establecimiento de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, amenaza directamente la soberanía y la integridad de los demás pueblos de Sur y Centroamérica con las que nuestros próceres soñaron crear la gran patria latinoamericana.
El imperialismo yanki es cien veces más poderoso que los imperios coloniales de España y Portugal, ajeno por completo al origen, los hábitos y la cultura de nuestros pueblos.
No se trata de estrechos chovinismos. “Patria es humanidad”, como proclamó Martí, pero jamás bajo el dominio de un imperio que ha impuesto al mundo una tiranía sangrienta. En nuestro propio hemisferio los cientos de miles de compatriotas latinoamericanos asesinados, torturados y desaparecidos en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y otros países de Nuestra América, durante las últimas cinco décadas por golpes de estados y acciones que Estados Unidos promovió y apoyó, demuestran de forma irrebatible lo que afirmo.
Cuando analizo los argumentos con que Estados Unidos pretende justificar la concesión de bases militares en territorio de Colombia, no puedo menos que calificar de cínicos tales pretextos. Afirma que necesita esas bases para cooperar en la lucha contra el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de armas, la emigración ilegal, la posesión de armas de destrucción masiva, los desbordes nacionalistas y los desastres naturales.
Ese poderoso país es el mayor comprador y consumidor de drogas del planeta. Un análisis de los billetes que circulan en Washington, capital de Estados Unidos revela que el 95 por ciento pasaron por manos de personas que consumen drogas; es el mayor mercado y a la vez el mayor suministrador de armas para el crimen organizado en América Latina, con ellas están muriendo decenas de miles de personas cada año al Sur de su frontera; es el mayor estado terrorista que ha existido nunca. No solo lanzó las bombas contra ciudades civiles en Hiroshima y Nagasaki; en sus guerras imperiales como las promovidas en Vietnam, Iraq, Afganistán, Pakistán y otros países ubicados a miles de kilómetros de distancia en las que han muerto millones de personas; es el mayor productor y poseedor de armas de destrucción masiva, incluidas las nucleares, las químicas y las biológicas.
Los paramilitares colombianos, muchos de los cuales proceden de los desmovilizados de las Fuerzas Armadas y constituyen, en parte, sus reservas, son los mejores aliados y protectores de los narcotraficantes.
El llamado personal civil que acompañaría a los soldados en las bases de Colombia son, como norma, ex militares norteamericanos perfectamente entrenados, que son después contratados por empresas privadas como Blackwater, que se hizo famosa por los crímenes cometidos en Iraq y otras partes del mundo.
Un país que se respete a sí mismo no necesita mercenarios, ni soldados, ni bases militares norteamericanas para combatir el narcotráfico, ni proteger la población en los casos de desastres naturales, o brindar cooperación humanitaria a otros pueblos.
Cuba es un país sin problemas de drogas ni altos índices de muertes violentas, cuyo número decrece por año.
El único propósito de Estados Unidos con esas bases, es poner América Latina al alcance de sus tropas en cuestión de horas. La alta jerarquía militar de Brasil recibió con verdadero desagrado la noticia sorpresiva del acuerdo sobre la instalación de bases militares de Estados Unidos en Colombia. La base de Palanquero está muy cerca de la frontera con Brasil. Con esas bases, unidas a las de las Islas Malvinas, Paraguay, Perú, Honduras, Aruba, Curazao y otras, no quedaría un solo punto del territorio de Brasil y del resto de América del Sur fuera del alcance del Comando Sur, donde en cuestión de horas, mediante el empleo de sus más modernos aviones de transporte, puede hacer llegar tropas y otros medios sofisticados de combate. Los mejores especialistas en la materia han suministrado los datos necesarios, para demostrar el alcance militar del acuerdo yanqui-colombiano. Tal programa, que incluyó el restablecimiento de la IV Flota, fue diseñado por Bush y heredado por el actual gobierno de Estados Unidos, a quien algunos líderes suramericanos demandan el debido esclarecimiento de su política militar en América Latina. Los portaaviones nucleares no se necesitan para combatir las drogas.
El objetivo más inmediato de ese plan es liquidar el proceso revolucionario bolivariano y asegurar el control del petróleo y otros recursos naturales de Venezuela. El imperio, por otro lado, no acepta la competencia de las nuevas economías emergentes en su patio trasero, ni países verdaderamente independientes en América Latina. Cuenta con la oligarquía reaccionaria, la derecha fascista y el control de los principales medios de difusión masiva internos y externos. Nada que parezca a verdadera equidad y justicia social tendrá su apoyo.
La emigración de latinoamericanos hacia Estados Unidos es consecuencia del subdesarrollo, y este es consecuencia del saqueo a que hemos sido sometidos por parte de ese país y del intercambio desigual con las naciones industrializadas.
México fue desgajado de América Latina por el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá. La mayoría de los 12 millones de emigrantes ilegales en el primero de esos países son mexicanos y también la mayor parte de los cientos que mueren cada año en el muro de la frontera con aquel país.
Con una población de 107 millones de habitantes, en medio de la actual crisis económica internacional, el índice de pobreza crítica en México se ha elevado al 18 por ciento y la pobreza general alcanza a más de la mitad de sus habitantes.
Nada perturbó tanto la vida de Martí, el Apóstol de nuestra independencia, como la anexión a Estados Unidos. Desde 1889 venía tomando conciencia de que ese era el mayor peligro para América Latina. Soñó siempre con la Patria Grande, desde el río Bravo hasta la Patagonia; por ella y por Cuba dio su vida.
El 10 de enero de 1891 escribió en La revista ilustrada de Nueva York un ensayo titulado “Nuestra América”, en el que expresó inolvidables frases: “… ¡los árboles se han de poner en fila para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”
Cuatro años más tarde, después de su desembarco por Playitas en la provincia oriental de Cuba, cuando ya marchaba por los campos insurrectos, sostuvo un encuentro con el periodista del Herald George E. Bryson, el 2 de mayo de 1895. Este le contó que había entrevistado en la Habana al famoso general Arsenio Martínez Campo. El jefe español le dijo que antes de conceder la independencia a Cuba prefería entregarla a Estados Unidos.
De tal forma impactó la noticia a Martí, que el 18 de mayo escribió a su amigo mexicano Manuel Mercado la famosa carta póstuma en la que habla del “…camino que se ha de cegar, y con nuestra sangre estamos cegando, de la anexión de los pueblos de Nuestra América, al Norte revuelto y brutal que los desprecia…”
Al día siguiente, desoyendo el consejo del General Máximo Gómez, quien le indicó permanecer en la retaguardia, solicitó a su ayudante un revolver, cargó contra una tropa española bien posesionada y murió en el combate.
“Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas”, sentenció en su última carta.
Fte.: CubaDebate