Reflexiones del compañero Fidel
La Historia no puede ser ignorada

Ese día histórico de 1949, Mao Zedong, como líder del Partido Comunista de China, presidió en la Plaza de Tiananmen el primer desfile del Ejército Popular y del pueblo de China. Los soldados victoriosos portaban las armas arrebatadas en combate a invasores, oligarcas y traidores a su patria.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos, una de las potencias que menos pérdidas materiales sufrió en la contienda, monopolizaba el arma nuclear, más del 80% del oro del mundo y disfrutaba de un considerable desarrollo industrial y agrícola.
La Revolución victoriosa en un país inmenso como China, en el año 1949 alimentó la esperanza de gran número de países colonizados, muchos de los cuales no tardarían en sacudir el yugo impuesto.
Lenin había previsto la fase imperialista del capitalismo desarrollado y el papel que correspondería en la historia del mundo a la lucha de los países colonizados. El triunfo de la Revolución China confirmaba aquella previsión.
La República Popular de Corea fue creada en el año 1948. En la primera conmemoración de la victoria china estaban presentes los representantes de la URSS, que aportó más de 20 millones de vidas a la batalla contra el fascismo; los de la República Popular de Corea, que había sido ocupada por Japón, y los combatientes vietnamitas que, después de luchar contra los japoneses, se enfrentaban heroicamente al intento francés de colonizar nuevamente Viet Nam con apoyo de Estados Unidos.
Nadie había imaginado entonces que menos de cuatro años después de aquella memorable fecha, sin ningún otro vínculo que el de las ideas, en la lejana Cuba se produciría el ataque al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953, y apenas nueve años después de la liberación de China triunfaría la Revolución Cubana a 90 millas de la metrópoli imperialista.