Emprendió su viaje p´al lao de las nubes, como suele decir el periodista don Ricardo Acebal, el pensador uruguayo Alberto Methol Ferré
No he leído mucho de su obra, y en lo poco que he leído he encontrado no pocas diferencias de concepción. Pero siempre consideré que así es el pensamiento cuando está vivo, por eso este breve homenaje a un pensador, en esencia, nuestroamericanista, un rioplatense, o como él mismo se definió, un argentino oriental:
No he leído mucho de su obra, y en lo poco que he leído he encontrado no pocas diferencias de concepción. Pero siempre consideré que así es el pensamiento cuando está vivo, por eso este breve homenaje a un pensador, en esencia, nuestroamericanista, un rioplatense, o como él mismo se definió, un argentino oriental:
Soy un uruguayo, es decir, un argentino oriental; ustedes son argentinos occidentales.
Un par de cosas de Don Alberto:
El origen de la realidad.
Dato, Don, Regaloa la comunidad humana es la realidad
Fluidez del agua el amor
Encierro sobre sí, el granizo
Natacha decía que sólo podía creer
en un Dios que supiera bailar
Pobrecita !
No supo que todos los santos
bailan con Dios los bailes más insólitos
y esto también querría el granizo
Lo aprendí de un poeta francés hace muchos años
Una vez, en el Café Sorocabana
en el kilómetro cero de la Plaza Libertad,
el Tola Invernizzi me lanzó molesto
¿Qué es esto del Infierno?
Le respondí: la infructuosa lucha
de granizo contra y por el agua
Por eso baila y golpea y por esto sólo, con el Tola quedamos amigos para siempre
Aunque casi, ni nos vimos más.
Y una reseña de su perfil de pensador (por Marcelo Gullo. ) :
[...]
A las izquierdas, nunca le gustó que Methol fuese un hijo intelectual de Rodó y Vasconcelos, y a las derechas, nunca les gustó que fuese el hermano intelectual de Abelardo Ramos. Claro, Methol iba más allá de las derechas y de las izquierdas, porque Methol era “pochista”, porque Methol era también un hijo intelectual de Perón, al que Methol, en su estilo tan coloquial, cargado de cariño y admiración, gustaba llamar “el Pocho”. “¿Que clase de pochistas son ustedes- gritaba Methol con esa voz de trueno que tenía cuando se enojaba, interpelando al pejotismo-, que se han olvidado lo fundamental del pensamiento del Pocho?” Todavía recuerdo el fuego de sus ojos y su voz de trueno cuando denunciaba el abandono, por parte de la mayoría de la dirigencia peronista, del pensamiento estratégico de Perón. Methol estaba entrañablemente unido al peronismo. Había nacido a la militancia política siendo uno más en las grandes manifestaciones que el viejo caudillo oriental, Herrera, convocaba para oponerse a la instalación de las bases militares norteamericanas en el Uruguay. Bases que estaban destinadas a intimidar a la Argentina peronista. Conviene recordar que durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos trató de convencer al Brasil de que bombardeara Buenos Aires. Aviones norteamericanos, piloteados por norteamericanos, pero pintados con los colores del Brasil, bombardearían la capital Argentina, a cambio, el Brasil recibiría la Mesopotamia. Felizmente, el destino de Brasil estaba conducido por el gaucho Getulio Vargas quien se negó, rotundamente, a que el Brasil se prestara a aquella terrible infamia. Fue por aquellos días en que Methol conoció el pensamiento de Perón y en que comprendió, por siempre, que la unidad de la América Latina requería como condición previa la unidad de la América del Sur y que la condición sine qua non de la unidad de la América del Sur, era la unidad argentino brasileña. Fue entonces que fundó la primera revista “Nexo” porque el Uruguay que había sido “Banda Oriental” o provincia “Cisplatina”, “debía ser” el nexo de la unidad entre Argentina y Brasil.
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A las izquierdas, nunca le gustó que Methol fuese un hijo intelectual de Rodó y Vasconcelos, y a las derechas, nunca les gustó que fuese el hermano intelectual de Abelardo Ramos. Claro, Methol iba más allá de las derechas y de las izquierdas, porque Methol era “pochista”, porque Methol era también un hijo intelectual de Perón, al que Methol, en su estilo tan coloquial, cargado de cariño y admiración, gustaba llamar “el Pocho”. “¿Que clase de pochistas son ustedes- gritaba Methol con esa voz de trueno que tenía cuando se enojaba, interpelando al pejotismo-, que se han olvidado lo fundamental del pensamiento del Pocho?” Todavía recuerdo el fuego de sus ojos y su voz de trueno cuando denunciaba el abandono, por parte de la mayoría de la dirigencia peronista, del pensamiento estratégico de Perón. Methol estaba entrañablemente unido al peronismo. Había nacido a la militancia política siendo uno más en las grandes manifestaciones que el viejo caudillo oriental, Herrera, convocaba para oponerse a la instalación de las bases militares norteamericanas en el Uruguay. Bases que estaban destinadas a intimidar a la Argentina peronista. Conviene recordar que durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos trató de convencer al Brasil de que bombardeara Buenos Aires. Aviones norteamericanos, piloteados por norteamericanos, pero pintados con los colores del Brasil, bombardearían la capital Argentina, a cambio, el Brasil recibiría la Mesopotamia. Felizmente, el destino de Brasil estaba conducido por el gaucho Getulio Vargas quien se negó, rotundamente, a que el Brasil se prestara a aquella terrible infamia. Fue por aquellos días en que Methol conoció el pensamiento de Perón y en que comprendió, por siempre, que la unidad de la América Latina requería como condición previa la unidad de la América del Sur y que la condición sine qua non de la unidad de la América del Sur, era la unidad argentino brasileña. Fue entonces que fundó la primera revista “Nexo” porque el Uruguay que había sido “Banda Oriental” o provincia “Cisplatina”, “debía ser” el nexo de la unidad entre Argentina y Brasil.
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